jueves, 9 de julio de 2009

Tienen un plan


Millones de telespectadores boquiabiertos con las exequias de Michael Jackson. Setenta mil aficionados clamando o criticando, según proceda, a CR9. Honduras cayendo en el golpismo militar. Cientos de muertos en una China a la que nadie levanta la voz. Y yo preocupado porque nos cierran Garoña…
No debería. Han dicho, quienes mandan, que tienen un plan. Un plan de reactivación económica, o sea, que es cierto que se deprimirá la economía de Miranda de Ebro y Merindades, pues nadie reactiva lo que está activo. Un plan de impulso a las energías renovables, consistente en acabar con una central nuclear que podría convivir perfectamente con ellas, como venía haciendo. Un plan de infraestructuras y turismo, como si aquello, aparte de ser un paraje muy bello, pudiera convertirse en un enclave neo-marbellí tractor de masas humanas. Un plan tienen… El único plan existente es el deseo de cerrar las centrales nucleares, alegando lo de siempre, que si antigüedad, que si residuos, que si vida útil, sin aportar la más mínima argumentación sostenible.
A los cientos de trabajadores directos e indirectos que trabajan en Garoña, y a quienes reclamamos una pizca de cautela, de comedimiento, de sensatez, de no actuar de acuerdo a las tablas de la ley de un ecologismo ciertamente trasnochado, el cierre de la central nuclear no ha de reportar ningún bien, por mucho plan que digan que tienen, que eso se olvida pronto y luego pasa lo que pasa, que de plan nada. Al mix energético nacional, tampoco, aunque se quiera explicar que un 1% del suministro parece bien poca cosa, sobre todo cuando no se compara con otros porcentajes más ínfimos a los que no se aplica el mismo descalificativo.
No se cierra, además, una central cuestionada. El CSN no la cuestionó nunca, y no sirve alegar otra cosa desde un punto de vista técnico, que en esto siempre parece que las opiniones viscerales tienen su punto de consistencia, cuando no es así. Lo que se cierra, me temo, es el futuro inmediato de una energía que aún ha de facilitarnos mucho las cosas, por muy de acuerdo que estemos todos en que ha de irse reemplazando. Sí, pero no tan pronto. No ahora. Esta energía, la nuclear, consiste en estructuras perfectamente operativas, con exigentes controles de seguridad, e inversiones productivas que para sí quisiera el resto de la industria. Una energía imprescindible para planificar el futuro de la sociedad moderna. Pero ese plan, ése precisamente, no lo tienen.