viernes, 5 de julio de 2024

Indigenismo inculto

Recientemente mostraba un mapa donde se coloreaba Europa de acuerdo al número de brujas enviadas a la hoguera durante la Edad Media. Les sorprendería saber que, en España, fue donde menos persecución hubo de mujeres expertas en preparación de tósigos, bebedizos y otras formas alucinógenas de recrear un mundo alternativo al de la penuria que entonces reinaba por todas partes. La Inquisición no fue nuestra, pero a nosotros nos colgaron el sambenito.

Hubo de ser un historiador francés, Christian Duverger, quien asumiese la portavocía de vindicar la figura de Cortés (y otros españoles conquistadores) al introducir el mestizaje y la consideración de los nuevos territorios como otros reinos de España con iguales derechos (y menos obligaciones), manteniendo siempre una presencia de peninsulares muy baja. Deseaban construir un nuevo mundo mucho mejor, liberado de las opresiones medievales que, allá en Europa, mantenía a las gentes siempre en guerra, librando batallas carniceras por motivos oscuros y egocéntricos, a la par que exprimían a la plebe con tasas, tributos y diezmos que la sumían en una eterna miseria. Ahora que he de volver en breve a México, no desfalleceré en explicar nuevamente por qué es un contrasentido vituperar el colonialismo español y, al mismo tiempo, mantener un silencio orbicular respecto al arco de las demás naciones que alguna vez colonizaron el mundo. Claro que es mayor contrasentido que tantos españoles se muestren orgullosos de ser anglófilos o francófilos.

No es algo que suceda solo en ésta Europa nuestra tan enloquecida. No pocos indigenistas (no todos) han asumido, entusiasmados, la idea de equiparar a todos los países europeos en el derribo de cualquier atisbo de cultura que recuerde el colonialismo (derriban las estatuas de Colón o de fray Junípero Serra, pero no la de Leland Standford, quien expulsara a los los nativos californianos durante la fiebre del oro), e insistir en el supuesto genocidio español, ocultando que fue el Imperio hispano quien, desde su medieval razón cristiana, salvó a muchos indios de morir sacrificados o de servir de comida a otros indígenas. Para tantos indígenas hispanohablantes, que en Canadá matasen al 95% de los indios autóctonos, es irrelevante. Y lo acontecido en lo que más tarde sería el Estados Unidos actual, tres cuartos de lo mismo. Tal vez por ese motivo representantes indígenas acudieron a la coronación del rey británico Carlos III... A los mexicanos no les gusta que se les recuerde que Porfirio Díaz permitió la esclavitud en Yucatán y Valle Nacional, y que exterminó a la práctica totalidad de moradores yaquis y mayas. Si cuando se independizó México, el 50% de la población mexicana era indígena, ¿por qué no llega al 30% los que se reconocen como tal? En el resto de Iberoamérica, el propio Bolívar, sedicente libertador de indígenas, despreciaba a los indígenas y "pardos", a quienes mandaba ejecutar sin dilación.

Lo que sí han estado ejerciendo los habitantes mexicanos desde hace décadas es encumbrar al imperio azteca (lo mismo que los peruanos con el imperio inca), que apenas suponen el 10% del indigenismo mexica. Que muchos indígenas de hoy sigan idolatrando a aztecas e incas cuando la mayoría de sus antepasados vivieron sometidos a sus excesos, resulta, cuando menos, sofocante. esta "cancelación" selectiva que niega la existencia de los más de trescientos años virreinales supone, de facto, negar la mayor parte de la cultura indígena, sincretista y renovadora. Si Isabel de Moctezuma renunció a su pasado azteca y voluntariamente se casó con un extremeño (Cortés) con quien tuvo varios hijos, en lugar de acceder al matrimonio en edad infantil con otros interesados en el líder supremo, ¿no debería ser denunciado también?

En todas partes, las antaño minorías viven su momento de gloria actual con el simple esfuerzo de hacerse las víctimas (lo mismo los indígenas que todo el colectivo LGTBI+pqrst). Es fácil cerrar los ojos a la historia porque, como bien expuse en un artículo anterior, hoy en día nadie lee nada y a nadie le interesa otra cosa que su Instagram.