Llevo meses obviando lo de las terceras elecciones. Pero
ya media septiembre y debo decir que yo no quiero volver a no-votar en
diciembre. Y si hay que no-votar, mejor sin ninguno de los dos ilustres alcornoques
que se vienen moliendo goyescamente a palos desde el año pasado.
Por supuesto sin Don Mariano, ese señor impasible que lo
mismo suscribe un pacto de investidura con imprecaciones contra la corrupción
como se limpia enseguida el c… con el susodicho acuerdo porque resulta que hay
que recompensar a un amigote canario que vacaciona en Panamá donde, fíjense
ustedes, tenía invertidos unos ahorrillos en lugar de hacerlo en la industria
patria a la que ministerialmente dizque representaba. Ahí le ha dado, lo suyo
es comedia bufa y escarnio del bueno para la ciudadanía. ¿Se puede votar a este
señor de Galicia? Yo a este tipo no le votaría ni ebrio de vino. Ustedes hagan
lo que quieran. Pero, oiga, que ganó las elecciones. ¿Cómo dice? Sí, sí, y en
las segundas ganó mejor que en las primeras, aunque no definió, que dicen los
futboleros. ¿Y en las terceras? Lo mismo aventaja aún más. ¿Cómo es posible?
Es posible porque, enfrente, está don Pedro, un sedicente
doctor economista que tiene más de doctor No que de otra cosa, y que se pasa el
tiempo diciendo que gobierne el gallego, pero con su voto en contra, a ver si
puede, si tiene lo que hay que tener, manda huevos, que dijo el otro, mientras
la va liando parda rascando bajo los escaños por si hay algún tonto a quien
colar lo del gobierno de la izquierda (¿dónde?) aunque luego se la cuelen a él,
porque asaz votos no hay paraíso monclovita y los otros, que son más listos, lo
saben. Y en ese empeño se encuentra el doncel, trabajando con obstinación para
repetir las elecciones no una, ni dos, ni tres, las veces que hagan falta hasta
que, por puro hartazgo, consiga que todos, incluso yo, nos acerquemos a la urna
maldita con una papeleta de don Mariano a ver si se acaba de una p... vez el
jueguecito.
Lo mismo estoy yo confundido y resulta que lo de dejar
gobernar y hacer férrea oposición es ominoso, mejor perder por goleada y ser
oposición porque no queda otra, que lo que mola es decir no y no y mil veces no
porque la rosa es rosa y el puño es puño, y hay más honra en votar contra la apisonadora
que descuajaringarla para impedir que ande mucho (lo que ocurriría ahora si
seis de don Pedro se abstuvieran).
¿Queréis gobierno? Dejad, dejad a don Pedro, él sabe cómo
lograr que lo haya.