Llevo unos días muy enfadado. Indignado también. Y
estupefacto. Se suceden una tras otra las noticias catastróficas de nuestra
economía. Se suceden las reuniones, cada vez más patéticas. Van cayendo las
cifras del empleo, como desgranando el racimo de la sociedad. Pero nadie sabe
qué hacer.
Esta crisis me tiene enfadado. Lo admito. Cada día que
transcurre, más y mejor advierto que se trata de una debacle total y sin
paliativos del modelo económico español. No se trata solamente de una grave
crisis financiera que empeore esos indicadores de los que hablan por la tele. Es
algo mucho peor. Pero esto lo callan. Lo callan como miserables, como callaron cuando
se echaba encima la crisis justo antes de las elecciones. Los gobiernos mienten
cuando mienten, y mienten cuando callan. E incluso mienten cuando rebuscan las
palabras, por mucha gracia que tenga eso del crecimiento negativo. La próxima
vez que me suba a una báscula, sonreiré pensando que adelgazo negativamente.
La indignación me viene por cuanto se manifiesta desde el
poder sin vergüenza ajena alguna. Ya van atisbando que el otoño se abrirá en
España con cuatro millones de parados, y los del asiento azul no tienen mejor ocurrencia
que echarles la culpa a los banqueros. Que no conceden créditos. Que no dan
hipotecas. Teníamos el mejor sistema financiero del mundo, presumía el Gobierno
de ello, y ahora toca oír que son los malos de la película. Les convocaron el
lunes a una reunión sin otro objetivo que sentarles frente a unas estrafalarias
mesas de patio de colegio, y que lo registrasen así las cámaras de los
fotógrafos. Burda y chabacana propaganda.
Y ya me dirá usted, amigo lector, sufriente ciudadano y
quién sabe si víctima también de esta crisis, si todo lo demás no es para
quedarse estupefacto. ¿Usted ha visto que los sindicatos estén haciendo algo?
Yo no. ¿Usted ha comprobado si la oposición se está enterando de algo? Solamente
se oye hablar de espías.¿Tiene constancia de que los gobiernos autonómicos
estén realizando sus propios planes de austeridad y de reajuste? Cada día
compran sillas y mesas más caras para los despachos oficiales.
Ya dije, la semana pasada, al hilo de otro tema mucho más
humano, que nos va a tocar vivir unos cuantos meses atribulados. Que los jueces
quieran ir a la huelga, que las Autonomías derrochen, que el desempleo esté
desbocado, que a los banqueros los culpen de todo, que los de siempre pidan más
soberanía, que el consumo esté en el congelador y que nuestro prestigio internacional
se encuentre donde el betún de mis zapatos, es lo de menos. Todo eso ya se
viene sabiendo. Lo preocupante es el futuro. Negro y miserable se presenta. Repleto
de mentiras y de palabrerías vanas de incompetentes.